En el interior del mayor y más fabuloso bestiario contemporáneo conocido, encontramos criaturas conectadas con los orígenes de la mitología, las tradiciones y cuentos populares que trasmitieron nuestros antepasados, descubriendo un mundo paralelo que existe desde tiempos remotos y nos recuerda a los códices medievales, cuando eran dibujados por monjes en pergaminos de piel de ternera y luego iluminaban con los mejores pigmentos. En sus páginas hallamos cobijadas Las Vanidades del Mundo , mostrando la absoluta superficialidad de nuestros tiempos. Vanidades que condicionan cada minuto de nuestras vidas. En contraposición, ser emocionalmente profundo, muy profundo, casi abisal en nuestros días, no encaja en este puzle sin sentido de la sociedad actual, el infierno es la imposibilidad de la razón. Crear una vanidad desproporcionada, que todo lo merece y todo lo tiene al momento, es una carcasa cómoda y resistente al mundo superficial, pero inevitablemente falsa. José Manuel Solá González /...